El Palacio Ducal es un símbolo de Venecia y fue la residencia del Doge. Su majestuosa fachada, una obra maestra de la arquitectura gótica veneciana, se encuentra en la monumental plaza de San Marcos entre la Piazzetta y la Laguna.Hoy en día, el Palacio Ducal es la sede del Museo Civico del Palazzo Ducale. En el interior, se pueden admirar las pinturas de Tiziano, Tiepolo y Tintoretto, así como los apartamentos de los Doges, las cárceles, y las Logge sobre la la Plaza y la Laguna.

La Plaza de San Marcos es considerada una de las plazas más hermosas del mundo. La Plaza es el corazón de Venecia, un amplio y elegante salón en mármol encerrado en los edificios más importantes de Venecia: la Basílica de San Marcos y su campanario, la Torre del Reloj de San Marcos, el Palacio Ducal y los museos de Venecia. La majestuosa Plaza de San Marcos acoge los eventos más importantes de la ciudad y es el punto de referencia de los visitantes y ciudadanos que todos los días pasean por su suelo elegante o debajo de los arcos antiguos, donde se encuentran cafeterías y tiendas de lujo.

El Gran Canal (en veneciano Canalasso) es el canal principal de Venecia. A lo largo de sus bancos se elevan los perfiles de los cientos de magníficos palacios, pertenecientes a antiguas familias patricias de Venecia. Dando una vuelta en góndola por este canal elegante y encantador, se pueden admirar algunos de los puentes más importantes de Venecia: el Puente de los Scalzi, el reciente Puente de la Constitución, el Puente de la Accademia y lo de Rialto, el más antiguo puente sobre el canal. Cada año, el primer domingo de septiembre, por el Gran Canal se lleva a cabo la Regata Histórica, uno de las más espectaculares y pintorescos eventos de la vida veneciana

El Puente de los Suspiros es uno de los principales lugares de interés de Venecia. Cualquiera que haya tenido la suerte de visitar Venecia conserva la imagen de este elegante monumento barroco. El nombre del puente, a menudo relacionados con los paseos románticos en góndola de los enamorados, se remonta a una antigua leyenda por la que, durante la Serenissima, los presos cruzaban este puente, que lleva a las cárceles de los Piombi, lamentando la libertad perdida. El más famoso de los presos que cruzaron el Puente de los Suspiros fue el noble Giacomo Casanova.